Tuesday, March 27, 2007

Si un dios ha hecho este mundo

Vemos aparecer el dolor al mismo tiempo que la sensibilidad y crecer a medida que ésta se hace inteligente. Si un dios ha hecho este mundo, entonces yo no querría ser ese dios. Me desgarraría el corazón la miseria del mundo. Si imaginamos la existencia de un demonio creador, hay derecho a gritarle, mostrándole su obra: "¿Cómo te has atrevido a interrumpir el sacro reposo de la nada, para hacer surgir esta masa de desdichas y angustias?". Considerada la vida en su valor objetivo, es dudoso que sea preferible a la nada. Diría incluso que, si pudieran dejarse oír la experiencia y la reflexión, alzarían su voz a favor de la nada. Si se golpease en las losas de los sepulcros para preguntar a los muertos si desean resucitar, moverían la cabeza negativamente.

Compañero de miserias

La convicción de que el mundo y, por consiguiente, el hombre, son tales que no deberían existir, es idónea para llenarnos de indulgencia de unos hacia otros. En efecto: ¿qué se puede esperar de esta clase de seres? A veces me parece que la manera adecuada de saludarse de hombre a hombre, en vez de decir "señor" o "mister" o monsieur"..., pudiera ser "compañero de sufrimientos" o "compañero de miserias". Aunque parezca extraño, la expresión es ajustada y recuerda la necesidad de la tolerancia, de la paciencia, de la indulgencia, del amor al prójimo, ése sin el cual ninguno podría pasar y al que cada uno adeuda algo.

Thursday, March 22, 2007

Víctimas del desamor

Uno más entre un millón
en la misma encrucijada
en la misma dirección
en la misma madrugada

Víctimas del desamor
dan vueltas en la noche
hasta que vuelven a su casa
donde espera un trago más
la misma habitación desordenada

Un millón entre un millón
dos lenguajes diferentes
con identico final
la misma historia de siempre

Victimas del desamor
las bocas enmudecen y alguién lanza una plegaria
y después un trago más
la misma habitación desordenada

No sé por qué

No sé por qué soy tan triste. A vosotros y a mí igualmente nos trastorna, pero no sé cuándo ni dónde ni de qué modo la adquirí, ni de qué origen procede. Tanto se ha apoderado de mis sentidos la tristeza, que ni aun acierto a conocerme.

Monday, March 12, 2007

Aquella novia primera

Aquella novia primera
la que estrenó el alma mía
ella de alguna manera
es mi novia todavía.

Revive un tiempo que fuera
tiempo de amor encendido
y no recuerdo siquiera
si la quiero o la he querido.

Aquella novia primera
me regaló el primer beso
y las primeras ojeras
y los primeros excesos.

Amaneciendo desvelos
con el color de su nombre,
hice a mi orgullo relevo
al recibirme de hombre.

Por esa novia primera
abandoné la pandilla,
inauguré las esperas
y multitud de espinillas.

Dejaba todo por verla
y ella, coqueta, sabía
que yo, con tal de tenerla
conmigo, todo valía
desde faltar a la escuela
a la mayor cobardía.


Aquella novia primera
es la que todos tuvimos,
que nos dejó en la frontera
de lo que tanto quisimos.

Tormentos de adolescencia
que se adolecen andando,
tributos a la experiencia
que hay que seguirlos pagando.


Aquella novia primera
la que estrenó el alma mía
ella de alguna manera
es mi novia todavía.

Pero lo hice

Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. Vi depresión y derrota. Unas bolsas oscuras debajo de los ojos. Ojillos cobardes, los ojos de un roedor atrapado por un jodido gato.

Wednesday, March 07, 2007

Riesgos

La ternura es un campo minado
y en cualquier momento puede estallar
una llamarada de dolor
pero aún más peligroso es
no asumir riesgos y
permanecer a resguardo en las montañas
exponiéndose a morir
de frío.

Monday, March 05, 2007

Oh dicha de entender

Entonces ocurrió lo que no puedo olvidar ni comunicar. Ocurrió la unión con la divinidad, con el universo (no sé si estas palabras difieren). El éxtasis no repite sus símbolos: hay quien ha visto a Dios en un resplandor, hay quien lo ha percibido en una espada o en los círculos de una rosa. Yo vi una Rueda altísima, que no estaba delante de mis ojos, ni detrás, ni a los lados, sino en todas partes, a un tiempo. Esa Rueda estaba hecha de agua, pero también de fuego, y era (aunque se veía el borde) infinita. Entretejidas, la formaban todas las cosas que serán, que son y que fueron… Ahí estaban las causas y los efectos, y me bastaba ver esa Rueda para entenderlo todo, sin fin. ¡Oh dicha de entender, mayor que la de imaginar o la de sentir! Vi el universo y vi los íntimos designios del universo. Vi los orígenes que narra el Libro del Común. Vi las montañas que surgieron del agua, vi los primeros hombres de palo, vi las tinajas que se volvieron contra los hombres, vi los perros que les destrozaron las caras. Vi el dios sin cara que hay detrás de los dioses. Vi infinitos procesos que formaban una sola felicidad, y, entendiéndolo todo, alcancé también a entender la escritura del tigre.