Cuando llegue la primavera,
si ya me he muerto,
florecerán las flores del mismo modo
y los árboles no serán menos verdes que la primavera pasada.
La realidad no me necesita.
Siento una enorme alegría
al pensar que mi muerte no tiene ninguna importancia.
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2 comments:
dE fERNANDO pESSOA.
Con agradecimiento a Asunción Alarcón Rueda
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