Temblé como temblaba cuando niño al sospechar... Y cuando adolescente, sabiendo ya lo que sabían todos; y maduro, cuando volví a ignorar. Ahora, ya viejo, esa palabra fuerte: mujer, ¡cómo otra vez me hace temblar!
ALGO QUE SE LEE, SE LEE Y SE LEE Y NUNCA SE GASTA.
Se agradecen los comentarios que enviéis, y en particular la remisión de textos que expresen sentimientos o emociones rayanos en lo indecible.
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1 comment:
pOR aNTONIO mACHADO
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