Friday, February 16, 2007

De tanto era capaz tu presencia

Madre, tú lo hiciste pequeño, tú fuiste quien lo empezó: para ti fue nuevo, tú colocaste sobre los ojos nuevos el mundo amistoso y retiraste el extraño. ¿Dónde quedaron los años en que apartabas de él, con sólo tu delgada figura, al caos que bulle? Así le ocultaste muchas cosas; el cuarto, sospechoso en las noches, se lo hiciste inofensivo; con tu corazón lleno de refugio añadiste a su espacio nocturno un espacio más humano. No en la oscuridad, no, sino dentro de tu ser más cercano, pusiste la lámpara que brillaba surgida de la amistad. En ningún lugar ni un crujido que no explicaras sonriendo, como si desde mucho tiempo atrás supieras cuándo las tablillas del suelo se comportan así. Y el te escuchó y se sosegó. De tanto era capaz tiernamente tu presencia.

1 comment:

indecible said...

dE rAINER mARÍA rILKE.