Wednesday, December 17, 2008

El origen

El origen de todas las cosas...
¿cuándo ha ocurrido?
¿Y yo qué estaba haciendo
mientras tanto?
Estaría dormido porque no me enteré.

Tuesday, December 09, 2008

Se querían

Se querían. Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.


Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.


Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.


Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente sólo.


Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.


Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.


Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.


Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

Wednesday, December 03, 2008

Si le hubiera cortado las alas

Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no se habría escapado.
Pero así
ya no sería más un pájaro
y lo que yo amaba era
un pájaro.

Tuesday, December 02, 2008

Oremos

Líbranos de la pena porque ella
destroza el corazón larvadamente
y trae sombra a los ojos de los niños.

Líbranos de la dicha porque a ella
le siguen siempre penas que la hacen
aún más amarga que las penas mismas.

Líbranos del dolor que nos reduce
a tristes bestias de ojos humillados
que sólo buscan un rincón caliente.

Líbranos del placer que nos obliga
a creer que este mundo es dulce y bueno
justo hasta que salimos del encanto.

Líbranos del mal hado y la pobreza
que nos azotan con mano invisible
hasta que maldecimos nuestros nombres.

Líbranos del buen hado y la abundancia
que vierten la ponzoña gris del tedio
en la copa de oro del cinismo.

Líbranos de la dicha y de la pena,
líbranos del placer y del dolor,
de lo veraz y de lo engañador.

Líbranos de la suerte y la desgracia,
líbranos del odio y del amor,
de la muerte y vida líbranos, Señor.

Wednesday, November 12, 2008

Vida sierva

El hombre, bobo de su inspiración, sombra chinesca de su ansia inútil, sigue, rebelado e innoble, siervo de las mismas leyes químicas, en el rodar imperturbable de la Tierra, implacablemente alrededor de un astro amarillo, sin esperanza, sin sosiego, sin otro consuelo que el amparo de sus ilusiones de la realidad y la realidad de sus ilusiones. Gobierna estados, instituye leyes, declara guerras; deja tras de sí memorias de batallas, versos, estatuas y edificios. La Tierra enfriará sin que eso importe. Extraño a eso, extraño desde el nacimiento, el sol, si un día alumbró, dejará de alumbrar; si dio vida, dará asimismo la muerte. Otros sistemas de astros y de satélites darán por ventura nuevas humanidades; otras especies de eternidades fingidas alimentarán almas de otra especie; otras creencias pasarán en corredores lejanos de la realidad múltiple. Otros Cristos subirán en vano a nuevas cruces. Nuevas sectas secretas tendrán en la mano los secretos de la magia o de la cábala. Y esa magia será otra, y esa cábala diferente.

Sólo uno, la obediencia pasiva, sin revueltas ni sonrisas, tan esclava como la revuelta, es el sistema espiritual adecuado a la exterioridad absoluta de nuestra vida sierva.

Friday, October 31, 2008

Generaciones

Antes de morir, mi madre dijo mamá, ven
mientras me miraba sin verme;
yo dije mamá, quédate
abrazando su cuerpo diminuto
envuelto en pañales y olor a talco;
mi hija dijo mamá, no llores
y me acarició la cabeza consolándome.
Cuando mama murió, durante unos segundos
no tuvimos muy claros los lazos que nos unían
no supimos quién se había ido
y quién se había quedado
ni en qué momento de nuestras vidas
estábamos viviendo
o muriendo.

Globos

Por la Calle Tristeza y aledaños cruza a veces
el hombre de los globos.
Y basta ver su manojo de globos para que
las calles muden de nombre:
a Calle del Sosiego
o de la Risa.

De vez en cuando el hombre de los globos
regala a quienes pasan
globos verdes
o naranjas
o rojos
o violetas...

Y de pronto sus caras se encienden
como la de un niño cuando va a la feria
(como ese niño grandullón que somos).

Con un nudo se los atan al brazo
y olvidan
(mientras tienen gas los globos)
el primitivo nombre de la calle.

(Oiga, señor, déme ese globo azul.
Sí, por favor: ¡ lo necesito tanto !)

Ojalá que al doblar aquella esquina
veamos venir al
hombre de los globos.

Thursday, October 30, 2008

Adónde irás ahora

Pequeña alma, amable e inquieta,
huésped y compañera del cuerpo,
¿adónde irás ahora,
pálida, fría y desnuda,
incapaz de jugar como antes?

Friday, October 17, 2008

En las entrañas del corazón

en las entrañas del corazón están solando las calles del pueblo y la arena que cae en los relojes de arena heridos en la frente al caerse por la ventana sirve para secar la sangre que brota de los ojos asombrados que miran por el ojo de la cerradura por ver si el aire asfixiado por el hedor que se escapa de los orificios nasales de los papeles grasientos tirados al suelo o la música escondida debajo de las hojas de la vid no impide que la danza macabra borre de un plumazo la huella de las voces aferradas con las puntas de los dedos a los pedazos de pan remojados en orina

Monday, October 13, 2008

A todos ellos

A los que se quedaron dormidos en el nunca,
a los que sueñan sus verdades y se las niegan,
a los que tienen mucho miedo
y lloran por cualquier cosa
y se ocultan la cara de vergüenza.
A los tímidos,
a los solos, a los raros,
a los que dudan y dudan
y les llaman inmaduros, débiles.
A los que duermen en la fría cama del psiquiátrico,
a las madres que cogen la mano de su hijo ingresado,
os digo que no nos vendan verdades, que la verdad no existe,
la verdad y la razón son creaciones del hombre
para doler, para medir.
Hay que luchar contra el silencio
y la ignorancia,
no somos enfermos.
¿Quién tiene la verdad absoluta, la realidad absoluta?
Que la muestre, que la enseñe si puede.
Es mentira, mentira, no existe.
A los que llevan cicatrices de haberse rajado las venas,
a los que consiguieron no rajárselas,
a los que les paraliza la angustia,
les paraliza para ser, amar, soñar.
A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles:
No escuchéis la voz de los que viven solo para tener.
A los que la ansiedad les hace fumar dos paquetes diarios,
a los que no son sociables, ni aptos, ni lúcidos,
ni extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales.
A los que nunca superarán un test psicotécnico,
a los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío,
a los que ahora están atados a una cama y no nos oyen.
A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes
y pidieron alguna vez consejo a un esquizofrénico.
A los que tenemos certificado de disminución
y leemos a Lorca y a Nietszche y lo que haga falta.
A los que no soportaron el túnel y se fueron para siempre,
a los que atravesamos cada día el túnel
agarrados aunque sea a las paredes negras,
a todos los que saben o quieren escucharnos
y no se fían sólo de los manuales, libros, tesis,
estudios y estadísticas.
A los psicólogos que dan besos,
a los que hemos pasado ya el infierno y el cielo
y no queremos volver nunca más allí.
A los que roban dolor y devuelven sonrisas, dice Sabina.
Y sobre todo
a todas esas pupilas dilatadas de tanta química
que miran aturdidas y absortas
pero tienen la luz más hermosa.
Que no existe la locura, sino gente que sueña despierta.

Friday, October 03, 2008

Soliloquio

Luz, primera luz de la noche, como en un cuarto
en el que descansamos y, casi por nada, pensamos
que el mundo imaginado es un bien esencial.

Ésta es, pues, la más intensa cita.
Es en esta idea en la que nos recogemos,
fuera de todas las indiferencias, en una sola cosa:

Dentro de una sola cosa, un solo manto
que nos abriga bien, porque somos pobres, un calor,
una luz, un poder, el milagroso influjo.

Ahora, aquí, nos olvidamos el uno al otro y de nosotros.
Sentimos la oscuridad de un orden, una totalidad,
un conocimiento, lo que la cita compuso.

Dentro de su vital circunscripción, en la mente
decimos: Dios y la imaginación son uno.
La vela más alta, que elevada ilumina lo oscuro…

Y fuera de esta luz, de esta mente central,
hacemos nuestra casa en el aire de la noche,
donde estar los dos juntos es lo que basta.

Wednesday, September 24, 2008

Después de amarnos

Cuando, después de amarnos, te coges el cabello
desordenado, ¡cómo son de hermosos tus brazos!
Como en un libro abierto, surge la letra negra
de tus axilas, fina, dulce sobre lo blanco.

Y en el gesto violento se te abren los pechos
y los pezones, tantas veces acariciados,
parecen, desde lejos, más oscuros, más grandes...
el sexo se te esconde, más pequeño y más blando...

¡Oh, qué desdoblamiento de cosas!
Luego, el traje
lo torna todo al paisaje cotidiano,
como una madriguera en donde se ocultaran,
lo mismo que culebras, pechos, muslos y brazos.

Tuesday, September 23, 2008

Para mí, una brizna de hierba...

Para mí, una brizna de hierba no vale menos que la
tarea diurna de los astros,
e igualmente perfecta es la hormiga, y así un grano de
arena y el huevo del jilguero;
y la rana arbórea es una obra maestra, digna de
egregias personas,
y la mora pudiera adornar los aposentos del cielo,
y en mi mano la articulación más menuda se ríe
de todas las máquinas,
y la vaca, rumiando con inclinada testuz, es más bella
que cualquier escultura;
y un ratón es un milagro capaz de asombrar a millones de
infieles.

Thursday, September 18, 2008

Oh capitán, mi capitán

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro espantoso viaje ha terminado.
La nave ha salvado todos los escollos.
Hemos ganado el premio que anhelábamos.
El puerto está cerca. Oigo las campanas, el pueblo entero regocijado
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
Oh rojas gotas que caen
allí donde mi capitán yace, frío y muerto.

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas.
Levántate. Por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín.
Para ti ramilletes y guirnaldas con cintas.
Para ti multitudes en las playas.
Por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven.
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad.
La nave, sana y salva, ha anclado. Su viaje ha concluido.
De vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad, campanas!
Pero yo, con pasos tristes,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.

Wednesday, September 17, 2008

Canción de amor de la joven loca

Cierro los ojos y el mundo muere;
levanto los párpados y otra vez nace todo.
(Creo que te inventé en mi mente.)

Las estrellas salen valseando en azul y rojo,
sin sentir galopa la negrura.
Cierro los ojos y el mundo muere.

Soñé que me hechizabas en la cama.
Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:
Escapan serafines y soldados de satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.

Imaginé que volverías como dijiste,
pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente.)

Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente.)

Monday, September 01, 2008

Dactilografía

Trazo, solo, en mi cubículo de ingeniero, el plano,
firmo el proyecto, aislado aquí,
remoto hasta de quien yo soy.
Al lado, acompañamiento banalmente siniestro,
el tic-tac que estalla de las máquinas de escribir.
¡Qué nausea de vida!
¡Qué abyección esta regularidad!
¡Qué sueño este ser así!
Hace tiempo, cuando fui otro, eran castillos y caballeros
(ilustraciones, tal vez, de cualquier libro de la infancia).
Hace tiempo, cuando fui fiel a mi sueño,
eran grandes paisajes del Norte, explícitos de nieve,
eran grandes palmares del Sur, opulentos de verdes.
Hace tiempo.
Al lado, acompañamiento banalmente siniestro,
el tic-tac que estalla de las máquinas de escribir.
Todos tenemos dos vidas:
la verdadera, que es la que soñamos en la infancia,
y que continuamos soñando, adultos, en un substrato de niebla;
la falsa, que es la que vivimos en convivencia con otros,
que es la práctica, la útil,
aquélla en la que acaban por meternos en un cajón.
En la otra no hay cajones ni muertes,
sólo hay ilustraciones de la infancia:
grandes libros coloreados, para ver y no leer;
grandes páginas de colores para recordar más tarde.
En la otra somos nosotros,
en la otra vivimos;
en ésta morimos, que es lo que vivir significa;
en este momento, por la náusea, vivo en la otra…
Pero al lado, acompañamiento banalmente siniestro,
alza la voz el tic-tac que estalla de las máquinas de escribir.

Víspera de viaje

Víspera de viaje, campanilla...
¡No me avisen con excesiva estridencia!

Quiero disfrutar del reposo de la estación del alma que tengo
antes de ver avanzar hacia mí la llegada de hierro
del tren definitivo,
antes de sentir la partida verdadera en la boca del estómago,
antes de poner en el estribo un pie
que nunca aprendió a no emocionarse siempre que tuvo que partir.
Quiero, en este momento, fumando en el apeadero de hoy,
seguir todavía un poco agarrado a la antigua vida.
Vida inútil, que sería mejor dejar, que es una celda…
¿Qué importa?
Todo el Universo es una celda, y estar preso no tiene nada que ver con el tamaño de la celda.

Me sabe a náusea próxima el pitillo. El tren ya partió de la otra estación...
Adiós, adiós, adiós, a todos los que no vinieron a despedirse de mí,
mi familia abstracta e imposible.
¡Adiós día de hoy, adiós apeadero de hoy, adiós vida, adiós vida!
Quedarme como un bulto con etiqueta olvidado,
en un rincón del resguardo de pasajeros del otro lado de la vía.
Ser encontrado por el guarda casual después de la partida
«¿Y ésta? ¿Se la habrá dejado un tipo aquí?»
Quedarse pensando solo en partir,
quedarse y tener razón,
quedarse y morir menos...

Voy hacia el futuro como hacia un examen difícil.
¿Si el tren nunca llegara y Dios se apiadara de mí?

Ya me veo en la estación, hasta aquí simple metáfora.
Soy una persona perfectamente presentable.
Se nota -dicen- que he vivido en el extranjero.
Mis modales son de hombre educado, evidentemente.

Tomo la maleta, rechazando al mozo, como a un vicio vil.
Y la mano con que tomo la maleta me tiembla.

¡Partir!
Nunca volveré,
Nunca volveré porque nunca se vuelve.
El lugar al que se vuelve siempre es otro,
la estación a la que se vuelve es otra.
Ya no está la misma gente, ni la misma luz, ni la misma filosofía.

¡Partir! ¡Dios mío, partir! ¡Me da miedo partir!...

Thursday, August 21, 2008

Como si fuera

Recorrer los caminos,
regresar a casa
y mirar todo como si fuera
la primera vez.

Friday, August 15, 2008

Ridículas

Todas las cartas de amor son ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas.

Quién me diera el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículos.)

Wednesday, July 23, 2008

Un asunto más amplio

Hay una necesidad en el alma del hombre
que los brillos de la superficie nunca sacian;
porque la vida y la mente, y su gloria y su debate,
son el lento preludio de un asunto más amplio,
el confuso boceto de un plan superior,
un preámbulo para la épica de lo supremo.

Saturday, July 19, 2008

Tantas voces

Oía en mi cabeza tantas voces
sin ser capaz de distinguir la mía.
¿Muertos? No, de eso nada,
todos estaban vivos.
Mi vida era la suya inexistente

Tuesday, July 15, 2008

En esa blancura

En esa blancura en la que nos reuniremos finalmente
¿qué aullidos,
qué silencio,
qué permutaciones nos aguardan
cuando hayamos atravesado todo lo que hay que atravesar,
cuando nos hayamos despojado de todo?

Monday, July 14, 2008

Oh mi yo, oh vida

¡Oh mi yo! ¡Oh vida! De sus preguntas que vuelven,
del interminable desfile de los desleales, de las
ciudades llenas de necios,
de mí mismo, que me reprocho siempre (pues
¿quién más necio que yo, ni más desleal?),
de los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
de los malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
de los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los otros.

La pregunta, ¡oh mi yo!, la pregunta triste
vuelve: ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, oh mi yo, oh vida?
Respuesta: Que estás aquí, que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama y que
tú puedes contribuir con un verso.

Liberación

Me libero
de la giratoria danza
de mi mente
y me suspendo
en el espíritu libre del silencio.
Criatura más allá
del tiempo
y de la muerte
de mi propia eternidad,
vislumbro el centro.
Me he escapado
y el pequeño ego está muerto,
soy perpetuo,
solo e inefable.
He salido del universo que cree,
he crecido sin nombre y sin medida.
Calla mi mente
en la infinita luz
y en paz se deleita
mi corazón solitario.
Mis sentidos sin lazos por el tacto,
los sonidos,
la visión;
mi cuerpo
es un punto
entre infinitos blancos.
Soy la gracia pura e inmóvil
en el uno:
nadie soy, aquél que todo es.

Thursday, July 10, 2008

la fuerza de los débiles

Un fugitivo de todas las batallas
cerró los ojos y sintió que el mar
llevaba en lo hondo la canción
de la fuerza de los débiles.

Monday, July 07, 2008

Muros

Sin consideración ni piedad ni vergüenza
alzaron muros a mi alrededor: gruesos y altos.
Y ahora me encuentro aquí, tan desesperado.
No puedo pensar en otra cosa: esta suerte roe mi cerebro...
Y es que ¡ tenía tanto que hacer ahí fuera !
¿Cómo pude no darme cuenta cuando alzaban los muros?
Pero nunca oí a los constructores. Ni un ruido.
Desde fuera imperceptiblemente me encerraron.

Saturday, July 05, 2008

Al verte

Esta noche
al verte
sólo se me ocurren
todos
los tópicos del mundo
Y suenan tan bien

Sunday, June 29, 2008

Me voy a quedar aquí

Sin mucha elección
y casi sin quererlo,
él era un joven
a bordo de un autobús
que cruzaba Carolina del Norte
rumbo a
algún lugar
y empezó a nevar
y el autobús paró
en un café
sobre las colinas y
los pasajeros
entraron.
Él se sentó en el mostrador
con los demás,
pidió y le
trajeron su comida,
que estaba particularmente buena,
lo mismo que el café.
La camarera no era
como las mujeres que él
había conocido.
No se hacía la interesante,
un humor natural emanaba
de ella.
El cocinero decía
cosas locas.
El lavacopas,
atrás,
se reía
con una risa
limpia
y placentera.
El joven miraba
la nieve a través de las
ventanas.
Quería quedarse
en ese café
para siempre.
Un curioso sentimiento
lo inundó:
que todo
era
bello
ahí,
que todo permanecería
siempre bello
ahí.
Entonces el chófer
indicó a los pasajeros
que ya era tiempo de irse.
El joven
pensó, me voy a quedar
aquí, me voy a quedar aquí.
Pero
se levantó y siguió a
los otros hasta
el autobús.
Encontró su asiento
y miró el café
por la ventanilla.
El autobús arrancó,
dobló una curva,
y fue camino abajo,
alejándose de las colinas.
El joven
miraba
hacia adelante.
Los otros pasajeros
charlaban
de otras cosas,
leían
o
intentaban
dormir.
No se habían dado cuenta
de la magia.
El joven
puso su cabeza
contra el asiento,
cerró los ojos,
fingió
dormir.
Nada quedaba,
sólo escuchar el
sonido
del motor,
el sonido de las
ruedas
en la nieve.

Thursday, June 26, 2008

A Toisha me la mataron de un cañonazo

En este instante en que un dolor inmenso
es incapaz de hacerme mover un solo dedo,
yo te prometo, oh dulce esposa mía asesinada,
oh madrecita sin haber parido, oh muerta,
colgar tu atroz recuerdo cada noche de un pelo,
y que desiertos de tinieblas moradas
o amargas noches de insomnio y sobresalto
sean incapaces de ahogarme como a un niño.

Friday, June 13, 2008

Esa mano

Esa mano, que se aferra a un bolígrafo como a un clavo ardiendo, se aferró en un tiempo remoto al tirante del sujetador o del camisón de una mujer, mientras la boca del recién nacido buscaba a ciegas un pezón. Más tarde, cuando su dueño braceaba satisfecho en el interior de la cuna, aleteó delante de sus ojos como un pájaro inexperto. Con ese pájaro exploró cada uno de los rincones de su ser, incluidas las remotas ingles, la boca húmeda, los misteriosos oídos. Esa mano llevó consuelo al sexo, pan a la boca, caricias al novio o a la novia. Abrió grifos, puertas, encendió luces, reparó heridas, dibujó adioses en el aire, batió huevos, cosió dobladillos, apagó fuegos, aplicó cremas. Tal vez pegó. Esa mano escribió dictados y anotó números de teléfono. Por ella pasaron monedas y billetes, telegramas y cartas. Arrojó piedras, abrochó botones, sus dedos calcularon la profundidad de una arruga en la ropa, quizá en el cuerpo. Conoció el tacto del agua y de la tierra, el peso de un libro y el de una taza de café. Sabía cosas que la cabeza de su dueño ignoraba, como el número de teléfono de mamá o la disposición de las letras en el teclado del ordenador. Esa mano.

Monday, June 02, 2008

Ítaca

Si vas a emprender el viaje a Ítaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones y a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo,
que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos.
Invierte cuanto puedas en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella no hubieras emprendido el camino.
Más ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya lo que las Ítacas designan.

Sunday, June 01, 2008

Gritos

gritos de niños gritos de mujeres gritos de pájaros gritos de flores gritos de maderas y de piedras gritos de ladrillos gritos de muebles de camas de sillas de cortinas de cazuelas de gatos y de papeles

Saturday, May 24, 2008

No habré vivido en vano

Si consigo impedir que un corazón se rompa
no habré vivido en vano.
Si consigo aliviar el sufrimiento de una vida
o calmar un dolor
o ayudar a un petirrojo exánime
a volver a su nido
no habré vivido en vano.

Cuando ella venga a verme

Cuando ella venga a verme quisiera estar despierto. Poder oír sus pasos, sentir cómo se acerca.

Cuando llegue a mi lado, me gustaría decirle:

Pero yo te conozco: ya estuve antes en ti. Fue antes de haber nacido. Yo sé lo que es ser nada. Yo sé lo que es no ser.

Y también le diría:

No sé si te anticipas. No sé si te retrasas.

De un lado, estoy cansado. Se me hace largo esto: las heridas, las pérdidas, el desgaste, el sudor…

De otro lado, querría disponer de más vida. Devorar otros libros, aprender otras lenguas, andar otros caminos, subir otras montañas… Tal vez sean demasiadas las cosas que me gustan. Todas juntas no caben en unas cuantas décadas (aunque es verdad que de eso tú no tienes la culpa).

Y además está el hecho de tener que irme así: Se hace raro pensar que aquí seguirán otros: respirando, riendo, sufriendo, despertándose en aquellas mañanas que no conoceré.

Mandas que te acompañe y te da igual que lo haga dejando cabos sueltos. (Aunque, si permitieras que ahora anude estos hilos, me dejaría otras cuerdas abiertas, desatadas…)

Está bien, muerte, vamos. Condúceme a la Nada. Anhelo, en cierto modo, reencontrarme con ella.

Cuando la vea de frente me gustará acercarme, sentarme en su regazo, descansar de ser alguien.

Tal vez entonces ella me abrace como a un hijo. (¿No fue acaso la Nada quien nos engendró un día?)

Yo confío en que la Nada -en su corazón hueco, inmaterial, vacío-… sí, yo espero que la Nada, en el fondo, nos ame.

Tuesday, May 20, 2008

La carga

Mi cuerpo estaba allí... nadie lo usaba.

Yo lo puse a sufrir... le metí un hombre.

Pero este equino triste de materia

si tiene hambre me relincha versos,

si sueña, me patea el horizonte;

lo pongo a discutir y suelta bosques,

sólo a mí se parece cuando besa...

No sé qué hacer con este cuerpo mío,

alguien me lo alquiló, yo no sé cuándo...

Me lo dieron desnudo, limpio, manso,

era inocente cuando me lo puse,

pero a ratos,

la razón me lo ensucia y lo adorable...

Y quiero devolverlo como me lo entregaron;

sin embargo,

yo sé que es tiempo lo que a mí me dieron.

Wednesday, May 14, 2008

Busco en el patio

Busco en el patio
alegre del colegio
y no me encuentro.

Tuesday, May 13, 2008

Di el porqué del porqué, Dios de silencio

¿Por qué, Señor, no te nos muestras
sin velos, sin engaños?
¿Por qué, Señor, nos dejas en la duda,
duda de muerte?
¿Por qué te escondes?
¿Por qué encendiste en nuestro pecho el ansia
de conocerte,
el ansia de que existas,
para velarte así a nuestras miradas?
¿Dónde estás, mi Señor?, ¿acaso existes?
¿Eres tú creación de mi congoja,
o lo soy tuya?
¿Por qué, Señor, nos dejas
vagar sin rumbo
buscando nuestro objeto?
¿Por qué hiciste la vida?
¿Qué significa todo, qué sentido
tienen los seres?
¿Cómo del poso eterno de las lágrimas,
del mar de las angustias,
de la herencia de penas y tormentos
no has despertado?
Señor, ¿por qué no existes?
¿Dónde te escondes?
Te buscamos y te hurtas,
te llamamos y callas,
te queremos y tú, Señor, no quieres
decir: ¡vedme, mis hijos!
Una señal, Señor, una tan sólo,
una que acabe
con todos los ateos de la tierra;
una que dé sentido
a esta sombría vida que arrastramos.
¿Qué hay más allá, Señor, de nuestra vida?
Si tú, Señor, existes,
di por qué y para qué, di tu sentido.
di por qué todo.
¿No pudo bien no haber habido nada,
ni tú, ni mundo?
Di el porqué del porqué, Dios de silencio.
Dinos “yo soy”, Señor, que te lo oigamos,
sin velo de misterio,
sin enigma ninguno.
Razón del universo, ¿dónde habitas?
¿Por qué sufrimos?
¿Por qué nacemos?
Erramos sin ventura,
sin sosiego y sin norte,
perdidos en un nudo de tinieblas,
con los pies destrozados,
manando sangre,
desfallecido el pecho,
y en él el corazón pidiendo muerte.
Ve, ya no puedo más, Señor,
de aquí no sigo,
aquí me quedo,
yo ya no puedo más, ¡oh Dios sin nombre!
Ya no te busco,
ya no puedo moverme, estoy rendido;
aquí, Señor, te espero,
aquí te aguardo,
en el umbral, tendido, de la puerta
cerrada con tu llave.
Yo te llamé, grité, lloré afligido,
te di mil voces;
llamé y no abriste,
no abriste a mi agonía;
aquí, Señor, me quedo,
sentado en el umbral como un mendigo
que aguarda una limosna;
aquí te aguardo.
Tú me abrirás la puerta cuando muera,
la puerta de la muerte,
y entonces la verdad veré de lleno,
sabré si tú eres
o dormiré en la tumba.

Thursday, May 08, 2008

Ferrocarril de Matallana

A las ocho del día en febrero
aún es de noche.
No hay aún luz en los vagones, sólo
oscuridad y aliento.
No nos vemos: sentimos
la compañía y el silencio.

En el andén estalla la campana.
Nos sobresalta la crueldad de un silbido.
Tiemblan las sombras. Todo vuelve
a un antiguo sentido.

Nos dan la luz amarillenta y floja.
Salimos
de la oscuridad como del sueño:
torpemente vivos.

Éste es un tren de campesinos viejos
y de mineros jóvenes. Aquí
hay algo desconocido.
Si supiésemos qué, algunos de nosotros
sentiríamos vergüenza, y otros esperanza.

Se está haciendo de día. Ya
veo los montes dentro de la sombra,
los robles, del mismo color del monte,
la yerba vieja, sepultada en escarcha,
y el río, azul y silencioso
como un brazo de acero entre la nieve.
Cruzan los pueblos de sonido humilde:
Pardavé, Pedrún, Matueca…

Cuando bajo del tren, siento frío.
He dejado mi casa. Ahora estoy
solo. ¿Qué hago aquí?, ¿quién me espera en
este lugar excavado en el silencio?

No lo sé; con el tren se aleja
algo que es cierto aunque no puede ser pensado;
es algo mío y no me pertenece.
Está dentro y fuera de mi corazón.

Friday, May 02, 2008

Malos recuerdos

Llevo colgados de mi corazón
los ojos de una perra y, más abajo,
una carta de madre campesina.

Cuando yo tenía doce años,
algunos días, al anochecer,
llevábamos al sótano a una perra
sucia y pequeña.

Con un cable le dábamos y luego
con las astillas y los hierros. (Era
así. Era así.
Ella gemía,
se arrastraba pidiendo, se orinaba,
y nosotros la colgábamos para pegar mejor).

Aquella perra iba con nosotros
a las praderas y los cuestos. Era
veloz y nos amaba.



Cuando yo tenía quince años,
un día, no sé cómo, llegó a mí
un sobre con la carta del soldado.
Le escribía su madre. No recuerdo:
"¿Cuándo vienes? Tu hermana no me habla.
No te puedo mandar ningún dinero…"

Y, en el sobre, doblados, cinco sellos
y papel de fumar para su hijo.
"Tu madre que te quiere."
No recuerdo
el nombre de la madre del soldado.

Aquella carta no llegó a su destino:
yo robé al soldado su papel de fumar
y rompí las palabras que decían
el nombre de su madre.



Mi vergüenza es tan grande como mi cuerpo,
pero aunque tuviese el tamaño de la tierra
no podría volver y despegar
el cable de aquel vientre ni enviar
la carta del soldado.

Friday, April 18, 2008

Es allí

Es allí
dijo una voz
miré a mi alrededor
no veo nada, respondí
creo que quiso decir
escucha la voz que hay dentro de ti
no la silencies
con tus propias palabras

Océanos

En el océano del vacío
hay nombres, nombres, nombres.
En el océano de lo perdido
hay nombres.
¿Quién responde
a este chorro de alma
que los llama? Un oleaje
de nombres, nombres, nombres.
¿Qué los separa de la
grande muerte
en brazos ya de lo que
fueron?

Thursday, April 10, 2008

Descubrimiento

Tu corazón es destrozado por el dolor:
empiezas a sentir el corazón.

Tus ojos de repente dejan de ver:
empiezas a sentir los ojos.

Tu memoria se hunde en la oscuridad:
empiezas a sentir la memoria.

Te descubres a ti mismo
negándote a ti mismo.
Existes
negando el existir.

Tuesday, April 08, 2008

Pero yo ya no tengo

Me pedís palabras que consuelan,
palabras que os confirmen
vuestras ansias profundas
y os libren
de angustias permanentes.
Pero yo ya no tengo
palabras de ese género.
Aceptad mi silencio: lo mejor
de mí. Huid del soplo que pronuncia,
en mi boca,
la amarga condición de lo humano.
Y, entretanto, dejadme contemplar
el vuelo de la ropa
tendida en las ventanas.

Friday, March 28, 2008

Pero no lo hicieron

Aún recuerdo los caballos
bajo la luna
aún recuerdo dar a los caballos
azúcar
terrones de azúcar blancos
casi como de hielo,
tenían cabezas
como de águila
peladas cabezas que podían morder
y no lo hacían.
los caballos eran más reales
que mi padre
más reales que Dios
y podían haberme pisado
pero no lo hicieron
podían haberme hecho cualquier cosa horrible
pero no lo hicieron
yo aún no tenía 5 años
pero me acuerdo;
dios mío qué fuertes y buenas
aquellas lenguas rojas que babeaban
desde sus almas.

Y dándote la espalda

Y dándote
la espalda dicta leyes, propaga ideas,
enciende el pecho de los soldados,
mata continentes de hambre, y te inspira
a ti el deseo de un Audi. Rojo,
con los asientos de piel. Y de quién
era esa piel.

Thursday, March 20, 2008

Confesión

Esperando la muerte
como un gato
que va a saltar sobre
la cama

me da tanta pena
mi mujer

Ella verá este
cuerpo
blanco
rígido
Lo zarandeará una vez y luego
quizás
otra:

¡ Hank !

Hank no
responderá.

No es mi muerte lo que
me preocupa, es mi mujer
que se quedará con este
montón de
nada.

Quiero que
sepa
sin embargo
que todas las noches
que he dormido a su lado

incluso las discusiones
más inútiles
siempre fueron
algo espléndido

Y esas difíciles
palabras
que siempre temí
decir
pueden decirse
ahora:

Te amo.

Monday, March 17, 2008

Cansado

Cansado estoy de verte
mundo extraño
prestigio del dolor
exactitud de la mentira
corona turbia
de los estercoleros habitados

Monday, March 03, 2008

Es difícil entender

Es difícil entender qué valor se adensa en un beso cuando es todos los besos y al mismo tiempo la única cifra, qué peso específico comprime pero revalida cierta fe, por decir algo, en tu línea de universo cuando un hombre y una mujer toman la decisión de circunvalar una ciudad en silencio. Hay algo en el silencio que llama al frío; no así al calor, que agita sin romper la barrera del sonido y amplifica las palabras, sobre todo cuando se unen los cuerpos de quienes se aman. Después te quedabas muda todas las noches durante horas mirándome. Qué clase de muerto o frío era yo ya entonces, te digo. Quiero pensar que no veías en mí este final de zapatos helados, de barcos detenidos que vimos al llegar a la línea de costa, de bobinas interminables de fibra óptica ciega aún o durmiendo. Pero tampoco veías ese big bang que, lo dicen los cosmólogos, era espuma cuántica, caos de masas solitarias cegadas por la utopía de un futuro Universo perfecto (Después se desvió para dar lugar a la Tierra, al cero cósmico, al hombre y su residuo de amor).

¿Por qué?

¿Por qué nos haces creer
en la lógica,
en el orden,
y más tarde nos embistes
con dentelladas de absurdo?

¿Por qué insuflas ese pálpito
de justicia,
de equilibrio,
y luego hieres el mundo
con tus garras arbitrarias?

¿Por qué nos haces proclives
al amor,
a la esperanza,
y después nos vapuleas
con tus puños siderales?

Monday, February 18, 2008

Cuando ya no

Nunca conoceré la alegría
más que en su partida.

Nunca te conoceré
salvo en las huellas
cuando te hayas ido.

Crecen

Los hijos crecen con espinas.
Nunca sé imaginar
lo que pueden decir
de lo que digo,
lo que pueden pensar
de lo que pienso,
lo que pueden hacer
con lo que hago.

No pueden

También los sueños deben
poner los pies en tierra,
y los labios que dicen libertad,
justicia, socialismo,
no pueden llevar botas
para pisar silencios y cadáveres.

Monday, February 11, 2008

De oídas

Del nacer y el morir
yo sólo sé de oídas.

Un cuerpo encima de otro

Un cuerpo encima de otro,
¿siente resurrección o muerte?

Recordar

Recordar es fingirse
en una vida nuestra
que ya no es nuestra.

Monday, February 04, 2008

Nunca

¿Hemos de sacrificar a la doncella en el altar de un dios que reclama su sangre
para confirmar su poder sobre nosotros,
y comprobar que su grandeza no sufre menoscabo con el paso del tiempo?

Rómpase la grandeza del dios en mil pedazos,
que la lepra corroa la púrpura que cubre su soberbia figura,
y que su eternidad se reduzca a ceniza.

Y prevalezca la sencilla gracia de la doncella
viva, fugaz, irrepetible,
su sonrisa tan clara,
su alegría que ella no sabe efímera, y por tanto es
en su ser presente inmortal
un instante

Blues del cementerio

Conozco un pueblo, no lo olvidaré,
que tiene un cementerio demasiado grande.
Hay en mi tierra un pueblo sin ventura
porque el cementerio es demasiado grande.
Sólo hay cuarenta almas en el pueblo.
No sé para qué tanto cementerio.

Cierto año la gente empezó a irse
y en muchas casas no quedaba nadie.
El año que la gente empezó a irse
en muchas casas no quedaba nadie.
Se llevaban los hijos y las camas.
Tenían que matar los animales.

El cementerio ya no tiene puertas
y allí entran y salen las gallinas.
El cementerio ya no tiene puertas
y salen al camino las ortigas.
Parece que saliera el cementerio
a los huertos y a las calles vacías.

Conozco un pueblo. No lo olvidaré.
Ay, en mi tierra sin ventura,
no olvidaré a mi pueblo.

¡Qué mala cosa es haber hecho
un cementerio demasiado grande!

Friday, February 01, 2008

Quise

Quise mirar el mundo con tus ojos
ilusionados, nuevos,
verdes en su fondo
como la primavera.

Entré en tu cuerpo lleno de esperanza
para admirar tanto prodigio desde
el claro mirador de tus pupilas.

Y fuiste tú la que acabaste viendo
el fracaso del mundo con las mías.

Thursday, January 31, 2008

¿Es que a nadie le extraña?

¿Es que a nadie le extraña
lo que sucede aquí?
Llegamos sin quererlo;
partimos sin querer;
sin consultar catálogo
cargamos con un cuerpo.
Ni la madre se elige,
ni lugar, ni ocasión;
y va de suyo
lo que llamamos alma,
cortada por qué mano a su capricho.

Curioso
de verdad
que el que así parte
compuesto y calibrado y en vereda
pretenda terminar por ser el dueño
de sí y de su camino.

Qué extraño ser un alguien
que afirma decidir pero no puede
sostener su fortuna
ni ahorrarse, entre las suyas,
una lágrima al menos.

Donde dije jamás
hoy digo mío;
tomadme la palabra
y he de daros disgusto;
cuando escuchéis mi siempre
sabed que nunca ha sido.

Nos vamos acusando de traición,
los traicioneros.

Mostradme la sustancia,
la voluntad del títere:
¿puede un hombre decir
quién será si mañana
lo prueban la codicia o los amores
como sólo ellos saben
probar lo que es un hombre?

Tuesday, January 22, 2008

Ya nada ahora

Largo es el arte; la vida en cambio corta
como un cuchillo.
Pero nada ya ahora

—ni siquiera la muerte, por su parte
inmensa—

podrá evitarlo:
exento, libre,

como la niebla que al romper el día
los hondos valles del invierno exhalan,

creciente en un espacio sin fronteras,

este amor ya sin mí te amará siempre.

Monday, January 21, 2008

Cuando digo

¿Sabes cómo te digo que te quiero cuando digo "qué calor hace", "¿quieres beber agua?", "se hizo de noche"...? Entre las gentes, a un lado de tus gentes y mis gentes, te he dicho "ya es tarde" y tú debías saber que decía "te quiero".

Wednesday, January 16, 2008

Pasaron, cruzaron, atravesaron...



Otras veces

Quisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida
por las ventanas de otros ojos
se ve así de grotesca algunas tardes.

Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden este olor
a fruta madura mustia y a jazmín podrido.

Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.

Tuesday, January 15, 2008

Lo que dijo el médico

Dijo que la cosa no tenía buen aspecto
dijo que lo tenía malo malo de verdad
dijo que había contado treinta y dos en un pulmón y
que dejó de contar
le dije me alegro porque no querría saber
si hay más
dijo si usted es un hombre religioso arrodíllese
en el bosque y pida ayuda
cuando llegue a la cascada
la neblina le rodeará los brazos y la cara
deténgase y trate de comprender esos momentos
yo le dije no lo soy pero trataré de empezar hoy
dijo lo siento mucho dijo
me hubiera gustado tener otras noticias que darle
dije Amén y él añadió algo
que no entendí y no sabiendo qué más hacer
y para no hacerle repetirlo
y a mí digerirlo
me quedé mirándole sin más
durante un rato y él me miraba a mí
me levanté y di la mano a quien solo me daba
algo que nadie en la tierra me había dado
puede que a fuerza de costumbre hasta le diera las gracias.

Venid, niños

Las fotos de mi padre cuando era niño.
Las fotos de mi madre cuando era niña.
¿Quién soy yo ahora? ¿Vuestro padre, vuestro abuelo?
-Venid conmigo, niños: voy a contaros
mi cuento.

Esperando

Deja la autopista y baja la colina. Una vez abajo, gira a la izquierda. Sigue orientado a la izquierda. La carretera hará una Y. De nuevo a la izquierda. Deja una cala a la izquierda. Sigue en la misma dirección. Justo antes de que se acabe la carretera, verás otra carretera. Coge ésa y no otra… Hay una casa de madera con un tejado frágil a la izquierda. No es ésa la casa. Es la siguiente, justo sobre una elevación… Ésa es la casa en la que una mujer permanece a la puerta con el sol en su pelo. La que ha estado esperando todo este tiempo. La mujer que te quiere. La que puede que te diga “¿dónde te has metido?”.

Tu perro se muere

lo atropella una furgoneta.
lo encuentras a la orilla de la carretera y lo entierras.
te sientes mal.
te sientes mal por ti mismo, pero te sientes peor por tu hija porque era su mascota y lo quería mucho.
solía canturrearle y lo dejaba dormir en su cama.
escribes un poema sobre ello.
lo titulas un poema para tu hija y trata del perro al que atropella una furgoneta, de cómo te ocupaste de él, lo llevaste al bosque y lo enterraste hondo, muy hondo.
y el poema sale tan bien que casi te alegras de que hayan atropellado al pobre perro.
si no, no habrías escrito nunca ese poema.
entonces te sientas a escribir un poema sobre la escritura de un poema que trata de la muerte de ese perro.
pero mientras escribes oyes a una mujer gritar tu nombre, tu nombre de pila, ambas sílabas, y tu corazón se para.
dejas pasar un rato y vuelves a escribir.
ella grita de nuevo.
te preguntas cómo va a acabar esto.

Monday, January 14, 2008

Esta lluvia

Esta lluvia de vos
deja caer pedazos de tiempo
pedazos de infinito
pedazos de nosotros mismos

Friday, January 11, 2008

El recto

Tenía la heroica manía bella de lo derecho, lo recto, lo cuadrado. Se pasaba el día poniendo bien, en exacta correspondencia de líneas, los cuadros, muebles, alfombras, puertas, biombos. Su vida era un sufrimiento acerbo y una espantosa pérdida. Iba detrás de familiares y criados, ordenando paciente e impacientemente lo desordenado. Comprendía bien el cuento del que se sacó una muela sana de la derecha porque tuvo que sacarse una dañada de la izquierda.

Cuando se estaba muriendo, suplicaba a todos con voz débil que le pusieran exacta la cama en relación con la cómoda, el armario, los cuadros, las cajas de las medicinas.

Y cuando murió y lo enterraron, el enterrador le dejó torcida la caja de la tumba para siempre.

Tuesday, January 08, 2008

Ni habrá consuelo

Nada es consolación
y si nos despedimos de los dioses
consecuentes seamos para siempre:
ni lo hay ni puede haber ni habrá consuelo.
Sólo la nada universal, exenta.