Monday, July 30, 2007

Pero nadie contesta

Suena el teléfono pero nadie contesta. Oyen el timbre los cuadros, las mesas, el sofá -un poco hundido por su lado-, los visillos, las tazas de café -limpias y colocadas sobre sus platos-, unos bolígrafos, tal vez alfombras, y el cepillo de dientes.

El teléfono deja de sonar. Un ruido metálico me dice que no insista.

1 comment:

Anrel said...

En realidad si contestaron, abrieron la boca por 3 segundos, dejo que la saliva recorra el delgado camino de la respiracion, y del otro lado, quien habia mostrado tantas ansias de ser contestado simplemente quedo en silencio, y el metal, la vajilla, el oleo sobre la pared que miraba entristecido, presenciaron que 2 almas habian muerto... sin haber vivido.